Tres mitos sobre el onboarding

Los empleados recién contratados tienen un 58% más de probabilidades de permanecer en la empresa tres años después si se han beneficiado de un proceso de integración estructurado

El Onboarding o proceso de incorporación a la empresa es una etapa crucial en el ciclo de vida del empleado. Puede determinar el fracaso o el éxito del colaborador dentro de la empresa. Un programa de incorporación bien estructurado reduce la rotación de personal y aumenta el compromiso y la productividad, indicó Cegid Meta4. 

Explicó que este proceso tiene dos objetivos principales: conseguir que las nuevas incorporaciones estén operativas lo antes posible; y plasmar las primeras impresiones críticas del nuevo empleado a medida que adquiere su primera experiencia real del día a día en la empresa. 

No obstante, algunos mitos en la materia podrían impedir el éxito de esta etapa, por lo cual presentó los tres más comunes: 

  • un proceso de Onboarding no es una necesidad primordial, algunas empresas tienden a ver este proceso como algo en lo que trabajarán si tienen tiempo. Un proceso de incorporación completo requiere tiempo y planeación, así como la aportación de varias personas del equipo. No es un proceso opcional, es un proceso indispensable. Un proceso de incorporación riguroso y estructurado contribuye a que el nuevo empleado se vuelva operativo más rápidamente y es sinónimo de una mejor integración cultural y una reducción del riesgo de salida anticipada
  • la incorporación es exclusiva del área de recursos humanos, si bien el área es esencial para una integración exitosa, pero otros empleados dentro de la empresa también tienen un papel que desempeñar al ser más que solo cumplimiento, papeleo y orientación. Un buen Onboarding es un esfuerzo concertado de toda la empresa para dar la bienvenida a los nuevos empleados y brindarles las herramientas, la información y la red que necesitan para tener éxito. Requiere colaboración y tiempo por parte de personas de diferentes departamentos para contribuir a la misión de la persona recién contratada
  • la incorporación comienza el primer día de trabajo, el Onboarding debe comenzar tan pronto se acepte la oferta de trabajo. Este período entre el momento en que la persona acepta el trabajo y su primer día en él se conoce como preintegración
 

“Esta fase cobra importancia debido a los modelos de trabajo remoto, o modelos híbridos, que se han integrado al día a día de las organizaciones. Estas nuevas formas de trabajar implican no depender tanto de las interacciones entre personas y la celebración de eventos que reúnan a todos en una sola oficina. Por lo tanto, ver el proceso de incorporación como un plan de comunicación paso a paso, que se implementará desde el momento en que su nuevo empleado acepte el puesto, es una excelente manera de avanzar”, subrayó la firma. 

Agregó que para garantizar éxito en la estrategia de Onboarding es indispensable emplear herramientas tecnológicas que respondan a las necesidades de la organización que busca automatizar todo el proceso de integración del empleado en la empresa. Esta tecnología reduce la carga administrativa y asegura el cumplimiento de la normativa, baja costos y libera recursos que podrán dedicarse a tareas de mayor valor añadido. 

“Para los nuevos integrantes, la tecnología aplicada en el proceso de Onboarding permite la reducción de la curva de inmersión en la compañía, sencillez y usabilidad, y mejora su experiencia laboral”, aseveró. 

Cegid destacó que los empleados recién contratados tienen un 58 % más de probabilidades de permanecer en la empresa tres años después si se han beneficiado de un proceso de integración estructurado. Además, las empresas que ofrecen un programa de incorporación de calidad ven un aumento de la productividad de hasta un 54 % entre sus nuevos empleados.

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