La 112ª Conferencia Internacional del Trabajo (CIT 2025), organizada por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), ha marcado una nueva hoja de ruta para los sistemas laborales a nivel global. México, como miembro activo y país con importantes retos estructurales, deberá alinear sus políticas de empleo y estrategias de Recursos Humanos con los compromisos adoptados.
Los acuerdos de esta conferencia representan tanto obligaciones futuras como oportunidades estratégicas para las empresas mexicanas que buscan mantenerse competitivas, sostenibles y en cumplimiento con las nuevas normativas internacionales.
Coalición Mundial para la Justicia Social: un nuevo marco de referencia
Uno de los principales resultados de la CIT 2025 fue la creación de la Coalición Mundial para la Justicia Social, cuyo objetivo es promover:
Condiciones de trabajo digno en todos los sectores
Fortalecimiento de la protección social universal
Respeto y aplicación efectiva de los derechos laborales
Este nuevo marco orientará futuras regulaciones, por lo que las empresas deberán revisar sus políticas internas para asegurar coherencia con los principios de equidad, inclusión y sostenibilidad.
Compromisos con sectores vulnerables y economía informal
La CIT 2025 también emitió directrices específicas para mejorar las condiciones laborales en sectores históricamente marginados, como:
La economía informal
El trabajo agrícola
El empleo juvenil
En México, donde gran parte de la población económicamente activa se desempeña en condiciones precarias o informales, este enfoque representa un llamado urgente a las empresas para implementar prácticas laborales más justas, trazables y estables.
Transición justa y sostenibilidad laboral
Otro eje fundamental de la conferencia fue la transición justa hacia modelos laborales sostenibles, con énfasis en:
La creación de empleos verdes
La capacitación en habilidades digitales y tecnológicas
La adaptación organizacional frente al cambio climático y la automatización
Para las organizaciones mexicanas, este punto implica anticipar transformaciones estructurales y adoptar estrategias de talento alineadas con el desarrollo sustentable y la competitividad global.
Reforzamiento del diálogo tripartito
La CIT 2025 reafirmó el valor del diálogo social tripartito entre gobiernos, empleadores y trabajadores como mecanismo central para:
Formular marcos normativos inclusivos
Resolver conflictos laborales con legitimidad
Garantizar la participación de todos los actores en las decisiones estructurales
Esto sugiere que en México se dará mayor peso a los procesos de concertación institucional en materia laboral, lo que obligará a las empresas a tener una participación más activa en espacios de diálogo formal.
¿Qué implica esto para las empresas en México?
Los acuerdos de la CIT 2025 no solo anticipan futuras reformas, también representan una ventaja estratégica para las organizaciones que se adelanten a los cambios. Algunas acciones clave que deben considerar son:
Actualizar sus políticas de recursos humanos bajo un enfoque de justicia social
Integrar programas de sostenibilidad, equidad e inclusión
Fortalecer sus procesos de cumplimiento normativo y gestión ética del talento
Adoptar tecnologías que promuevan empleos verdes y estructuras más ágiles
Conclusión: anticiparse es posicionarse
Los compromisos derivados de la CIT 2025 representan una oportunidad única para reposicionar la gestión laboral en México desde una perspectiva global, resiliente y humana. Las organizaciones que entiendan estos cambios y los traduzcan en planes de acción concretos estarán mejor preparadas para competir, atraer talento y cumplir con las exigencias regulatorias y sociales del futuro del trabajo.